Va a quedar horrible que yo diga esto siendo periodista de belleza, pero lo cierto es que ponerme protector solar facial me da una pereza enorme. ¿Por qué? Porque siempre me maquillo con prisas. No podría contar las veces que me he terminado de maquillar en el espejo del ascensor.
Me gustaría ser como la típica creadora de contenido de maquillaje que nos muestra en vídeos de 20 minutos cómo aplica ella cada producto paso a paso, tomándose su tiempo y masajeando la piel con sumo cuidado hasta que cada producto ha penetrado por completo en la piel. Yo no. Lo hago todo con prisas. Soy así y lo he aceptado.
Alguna vez lo he hecho y me ha encantado la sensación, pero luego —en el día a día— antes de entrar a trabajar, mi ansia viva no me permite ducharme, hacerme un café, vestirme, arreglarme el pelo, ponerme las lentillas (creedme, a veces eso es un caos para mí), hacer mi rutina de ‘skin care’ y maquillarme como haría una top ‘influencer’. Tanto es así, que el espejo del ascensor se ha convertido en mi mejor amigo en más de una ocasión. Ya sea para hacerme el ‘eyeliner’ (gracias a lo cual he desarrollado una técnica asombrosa), para ponerme máscara de pestañas o para retocar los labios.
El caso es que de repente entra un vecino y te corta todo el rollo. El vecino tiene el mismo derecho a utilizar el ascensor que tú, obviamente, pero tú sientes que acaban de interrumpir tu ritual sagrado de belleza de un minuto y medio que tarda el ascensor en llegar a la planta baja. Por si no es suficiente, puede surgir la típica conversación sobre la meteorología, por lo que te ves obligada a contestar y tu atención se desvía hacia otros quehaceres conversacionales. Ya empieza la jornada mal.
Volviendo a mi pereza inicial del protector solar, pregunto, ¿es posible ignorar el protector solar facial? ABSOLUTAMENTE NO. El protector solar no es un producto que podamos sacar de nuestra rutina de cuidado facial NUNCA (en mayúsculas). Ya hemos conseguido, por fin, que nos entre en la cabeza que el sol es muy peligroso para la piel y que es fundamental utilizar fotoprotector solar todo el año (y no solo en verano), incluso en los días nublados.
Por eso, yo soy tan fan de los productos multifunción, aquellos que tienen varias propiedades en una. O dicho otras palabras, las CC Cream. ¿Qué suele pasar con estos productos que tienen hidratación, protección solar y color? Que no siempre cubren todas las imperfecciones. Yo tengo algunas rojeces, marcas de algún grano esporádico que ha decidido salir la zona menos favorecedora de la cara, o esos signos que delatan la falta de sueño. Es por eso que tengo que recomendar una que llevo utilizando un tiempo y me va superbién.
Se trata de la ‘CC+ Cream Full-Coverage Foundation With SPF 50+’, de It Cosmetics.
- Ofrece una cobertura total, modulable (puedes ir añadiendo capas) dejando la piel con un acabado natural.
- Tiene tratamiento antiedad e hidratante para la piel.
- Protege con un filtro solar de amplio espectro con SPF 50 UVA/UVB.
- Está disponible en 13 tonos diferentes para elegir el que más se adapta a ti.
- Precio: ronda los 30 euros (dependiendo de donde lo compres), pero merece muchísimo la pena. Hacedme caso.
Desde ahora, podremos derivar la conversación de ascensor hacia la importancia que supone utilizar protector solar, incluso en los días en los que llueve. Así por lo menos puedes hablar con tu vecino de algo que te interese.